La reunión de la reina Isabel 11 con el Papa Francisco – oficialmente descrita como una visita de cortesía – pudo haber carecido de la cobertura mediatica y estatus político de la de Obama , pero no era menos cargada de simbolismo potente.
Este fue el primer viaje al extranjero en más de dos años del monarca reinante que a pesar de su notable buena salud física y mental ha optado sabiamente por una agenda oficial menos agitada acorde con su edad – Ella cumplirá 88 en poco más de tres semanas y su marido , que se mantiene a su lado, esta mas major aun.
Un día de viaje reprogramado a Italia – por invitación del anglófilo presidente Italiano- brindó la oportunidad para una breve visita al Vaticano que fue felizmente aprovechada por el Palacio de Buckingham ( asesorado por el Foreign Office y por el inteligente embajador de Gran Bretaña ante la Santa Sede , un diplomático de carrera ) .
El Vaticano , por su parte dio el visto bueno a los pocos días de la elección papal en marzo de 2013 , cuando el Papa pidió a su m amigo el ahora retirado ex arzobispo de Westminster el Cardenal Cormac Murphy O’Connor que transmitiese sus ” más cálidos saludos ” a la Su Majestad , un apenas velado mensaje de que la reina sería bien recibida .
Tal nivel de respeto diplomático es de esperar. La reina Isabel no es sólo un monarca popular de una de las democracias más antiguas e influyentes en el mundo (y la cabeza de 53 países de la Commonwealth) , sino también una cristiana muy comprometida que ha apoyado la reducción de la brecha histórica entre la Iglesia de Inglaterra de la que es suprema Gobernadora y la Iglesia Católica.
Su encuentro con el Papa Francisco se enmarca en una historia de encuentros cordiales con el Vaticano que data de 1951, cuando como jóven princesa , la heredera al trono se reunió con el Papa Pío X11, para después – ya como la Reina – encontrarse con el Papa Juan XX111 ( 1961 ) , El Papa Juan Pablo 11 ( 1982 y 2000) y el Papa Benedicto XVI ( 2010 ) .
El actual Pontífice , un hombre que ha hecho de la humildad y la pobreza una piedra de toque de su reinado – podría ser excusado por mirar momentáneamente un poco desconcertado los dones de diversos productos alimenticios y el whisky con origen en varias palacios de la Familia Real Britanica pero terminó recibiéndolos con una sonrisa de bienvenida.
El espíritu ecuménico del encuentro se subrayó por su parte en los dones papales a la reina , en conmemoración de la memoria de uno de los últimos reyes anglosajones el Edward medieval el Confesor , que fue nombrado santo en 1161 por el Papa Alejandro 111 y ha perdurado como un monarca que cuenta con respeto de los protestantes ingleses y los católicos ingleses por igual.
Los cortesia del encuentro y la ausencia de cualquier palabra conflictiva , sin duda, será una decepción para algunos en La Republica de Argentina , entre ellos la presidenta Cristina Fernández, quien ha intentado alimentar la ilusión entre sus compatriotas de que un Papa argentino ayudaría a sus esfuerzos para que Gran Bretaña negociase la transferencia a su país de la soberanía de las Malvinas.
El hecho de que las Malvinas no fue siquiera mencionado por Francisco fue un importante recordatorio de que cualesquiera que sean sus raíces y el amor comprensible que siente hacia su país, un Papa es universal y no puede ser influenciado por intereses nacionalistas estrechos.
En cuanto a la reina Isabel, su silencio sobre la cuestión controvertida de The Falklands mostró tacto admirable , así como realismo , sabiendo que el vínculo entre ella y el Papa Francisco trasciende la política . Para que no olvidemos , las monedas de su reino mencionan todavía el título otorgado a Enrique V111 por el Papa León X en 1521 antes de la ruptura con Roma– Fidei Defensor o Defensora de la Fe . El Papa no tiene ninguna razón para dudar de que el actual monarca es un aliado espiritual. Es conveniente tener en cuenta que las Falklands / Malvinas no es un tema que la diplomacia vaticana debe ni quiere mediar.
